La Revolución de Octubre sacudió el yugo del capital en todo el mundo, haciendo estremecer los cimientos del imperialismo. Y forjó una nueva arma para el proletariado -la teoría y la táctica de la revolución proletaria- señalando a los pueblos oprimidos de todos los países el camino para el triunfo del socialismo, que elevó el marxismo a su segunda etapa, el marxismo-leninismo . Fue la ruptura del monopolio del poder político de la burguesía en el mundo y la condición del mercado capitalista como un único mercado global. Animado por los acontecimientos en Rusia, los trabajadores de todo el mundo redoblaron iniciativa revolucionaria en Europa y Estados Unidos, así como un sinnúmero de movimientos de liberación nacional en las colonias y semicolonias. Como fue el caso de China, la revolución democrática burguesa ganó nueva cara con la dirección del Partido Comunista y el Presidente Mao Tsetung ahora dirigida contra el feudalismo, el capitalismo burocrático y el imperialismo. Como impacto de la Revolución de Octubre y su importancia internacional del impulso de la revolución china fue la confirmación de que, bajo el imperialismo, las luchas de liberación nacional se han convertido en una parte integral de la revolución proletaria mundial.
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